En esta publicación vamos a hacer una ruta en la que conoceremos tres zonas de la provincia de Ourense que merece la pena visitar para descubrir sus secretos y conocer su sobresaliente pasado, que aún podemos observar gracias a los monumentos que conservan. Nos adentraremos en los monasterios de Oseira y de la Ribeira Sacra, recargaremos fuerzas disfrutando del pulpo de O Carballiño y finalizaremos el camino conociendo el pasado judío de Ribadavia.
La Ribeira Sacra
Comenzaremos el viaje acercándonos a la Ribeira Sacra, deteniéndonos en primer lugar en el ayuntamiento de Parada del Sil y más concretamente en el monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil, un templo de origen medieval, del que hay menciones documentadas pertenecientes al siglo X, pero cuyo edificio original podría ser de la época prerrománica. Situado en un territorio escarpado, al igual que muchos de los monasterios creados en la zona fue un asentamiento religioso ascético y posteriormente se convirtió en monasterio. A mediados del siglo XVI comenzó su declive a nivel religioso, pasando a depender del vecino monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil y, posteriormente, con la desamortización de 1835, quedó para granja de labor.
Abandonando este antiguo monasterio, nos centramos en la grandeza de los meandros que conforman los Cañones del Sil, que pueden ser admirados desde numerosos miradores, pero en esta ocasión nos vamos a centrar en aquellos que se encuentran en la ladera ourensana de la Ribeira Sacra. Dentro todavía del municipio de Parada de Sil encontramos el mirador de Torgás, más conocido como los Balcones de Madrid, al tratarse, según la tradición, del punto en el que las mujeres acudían a ver por última vez a sus maridos que partían camino de Madrid, donde la mayoría trabajaban de barquilleros. Es sin duda el más visitado, pero también merece la pena detenerse en el de las Xariñas do Castro, o A Mirada Máxica, que cuenta con dos pasarelas de madera que se adentran varios metros sobre el cañón y ofrecen unas vistas fantásticas. Muy cerca además está la Pena da Cividá, a la que se puede acceder a pie y ofrece otra buena panorámica.
Otras opciones que se abrirán en nuestro recorrido en dirección al monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil serán los miradores de Cabezoás, el de la Columna o también conocido como el de O Picotiño, así como el de Vilouxe o los de Pé de Home y Pena do Pobre, ya en el ayuntamiento de Nogueira de Ramuín. Superados estos últimos iniciaremos el descenso hacia el embarcadero en el que podremos disfrutar de un paseo en catamarán por el embalse de Santo Estevo en el que observaremos la majestuosidad de los Cañones del Sil desde el propio río y en el que también nos explicarán en que consiste la viticultora heroica que se practica en la Ribeira Sacra.
Cerraremos nuestra visita a esta zona visitando el espectacular templo de Santo Estevo de Ribas de Sil, un viejo monasterio benedictino de tres claustros situado en el ayuntamiento de Nogueira de Ramuín y que a partir del año 1998 fue totalmente rehabilitado para pasar a tener uso hotelero, formando parte de la red de Paradores desde el año 2004. Es un Bien de Interés Cultural y puede ser visitado.
El actual edificio fue construido a partir del siglo X, de la que se conserva una primera referencia documental datada en el año 921, momento en el que el rey de Galicia Ordoño II daba permiso para la reconstrucción de un cenobio dedicado a Santo Estevo y cuyo inicio se remonta al período del Reino Suevo, impulsado por Martiño de Dumio. Destaca su iglesia, románica y protogótica, que se empezó a levantar a finales del siglo XII y consta de tres naves y un triple ábside semicircular, y también el claustro procesional o de los Obispos, con elementos románicos, renacentistas y del gótico florido tardío.
Monasteiro de Oseira
Dejaremos a Ribeira Sacra haciendo una parada para reponer fuerzas en Luintra y tomaremos rumbo hacia el oeste para acercarnos a la parroquia de Oseira, en el noroeste de la provincia ourensana y en el término municipal de San Cristovo de Cea. Es un lugar que guarda una auténtica joya medieval, el Monasterio de Santa María de Oseira. Fue fundado por los benedictinos en el año 1137, aunque rápidamente pasó a la orden del Císter. Durante muchos siglos tuvo un destacado papel en la economía y en la sociedad de la comarca de O Carballiño y fue desamortizado en el 1835, recuperando el culto ya en el pasado siglo gracias a los monjes de la Orden de la Trapa.
Su majestuosidad provoca que muchos comparen este monasterio con el del Escorial madrileño y en él se mezclan distintos estilos como el románico, muy presente en su iglesia con planta de cruz latina y tres naves y crucero; el renacentista, a través de la transformación llevada a cabo en su fachada en el siglo XVI; o el barroco con clara influencia compostelana, que se puede encontrar en la fachada de su conjunto residencial.
A nivel anecdótico comentar que hay teorías que dicen que el término Oseira proviene de la presencia de osos en esta zona en épocas remotas, aunque existen otras interpretaciones diferentes. En lo que sí no cabe interpretación es en la necesidad de comprar un poco de pan de Cea para mojar el pulpo en nuestra próxima parada, O Carballiño.
O Carballiño
La capital de la comarca en la que se asienta Oseira ofrece monumentos, pazos señoriales, aguas termales y sobre todo su producto fetiche, el pulpo, que cuenta con fiesta propia y que este 2024 se celebrará el 11 de agosto. En el centro de la villa encontramos el Templo da Veracruz, el monumento más reconocible de O Carballiño. Fue construido en el año 1943 por el reconocido arquitecto Antonio Palacios Ramilo, siendo su segundo proyecto de una serie de importantes trabajos de temática religiosa, luego del Templo Votivo do Mar de Panxón (Nigrán). Destacan sus materiales, ya que fue levantado con elementos recogidos todos en la comarca, especialmente granito y loseta. El estilo no puede ser incluido completamente en ninguno en concreto porque es una amalgama de diversas formas escultóricas y arquitectónicas.
Después de comer el pulpo, disfrutar de las cañas de crema tradicionales de O Carballiño y de admirar el Templo da Veracruz, la siguiente parada debe ser el parque etnográfico del Arenteiro, un espacio verde al lado del río del que toma nombre y que cuenta con elementos para hacer un picnic con la familia o amigos y en el que destacan un conjunto de molinos ahora reconvertidos en cantina.
Siguiendo nuestro camino fuera del casco urbano, la próxima parada antes de poner rumbo a Ribadavia será el Castro Cavadoso, antiguo burgo medieval con castillo, murallas y viviendas del que solo se conservan algunos restos situado a un lado de una robledal. El castro fue destruido durante las Revueltas Irmandiñas del siglo XV y muchas de sus piedras fueron aprovechadas por los antiguos habitantes de la zona para levantar muros, caminos y viviendas.
Ribadavia
Nuestro final de etapa de este primero viaje por la provincia de Ourense será Ribadavia, la capital del vino del Ribeiro. Situada a las orillas del río Avia, destaca por su fantástico casco antiguo, declarado Monumento Histórico Artístico en el año 1947, y que guarda uno de los barrios judíos más atractivos de la Península Ibérica.
La llegada de los judíos al Ribeiro se produjo en la época medieval, cuando se asentó una importante comunidad que se dedicó principalmente la actividades comerciales y artesanales, hasta que fue expulsada por orden de los Reyes Católicos en el 1494. La Judería conserva su esencia y es muy interesante dar un paseo por calles y callejuelas como la Porta Nova de Arriba e de Abajo intentando encontrar las estrellas de David y las inscripciones hebreas esculpidas en las fachadas que aún se conservan. Es un aperitivo para acabar conociendo a fondo la huella que dejaron los judíos visitando el Museo Sefardí. En algún momento la colonia judía alcanzó las 1.500 personas e impregnaron de sus costumbres y tradiciones a la villa de Ribadavia durante siglos.
El paso por el casco urbano ribadaviense puede completarse haciendo una parada en la Praza Maior, en la iglesia de San Xoán, visitando el Castillo de los Condes de Sarmiento, fortaleza que fue residencia de estos hasta el siglo XVII, cuando se trasladaron a la Praza Maior; o dando un pequeño paseo hasta el Conjunto Monumental de Santo Domingo, declarado monumento nacional y que está compuesto del Convento de Santo Domingo y de la iglesia de la Virgen del Portal.
Podéis completar la ruta acercándoos a conocer algunas de las bodegas que conforman la Denominación de Origen del Ribeiro o ya a las afueras de Ribadavia sumergiéndose en las Termas de Prexigueiro o refrescándose en las Pozas de Melón.